lunes, 9 de julio de 2012

Europa con amigos

Realizar un viaje con amigos al antiguo continente fue un anhelo que tuvimos desde toda la vida, fue un sueño de muy difícil realización debido a que no contábamos con el presupuesto necesario para realizar semejante viaje. Básicamente en nuestro sueño nos imaginábamos un viaje con muchísima diversión nocturna en las más conocidas capitales europeas y paseos turísticos culturales durante el día. Ese sueño se hizo realidad hace muy pocos meses, cuando por iniciativa de dos amigos comenzamos a calcular aproximadamente el gasto que tendríamos cada uno en un viaje de quince días. Como los números cerraban decidimos organizar lo que sería nuestro viaje a Europa. Como viajábamos en un grupo compuesto por ocho amigos, fue muy difícil ponernos de acuerdo en cuanto a las ciudades y países que queríamos conocer. Cada uno de nosotros con sus propios gustos, expectativas y deseos hacía muy complicada la organización del viaje. La única ciudad que tenía un amplio consenso en el grupo era París. Circunstancia determinante para convertirse en nuestro primer destino. Luego de encontrar varias ofertas de hoteles baratos en París en sus distintos barrios, optamos por uno que se encontraba en el barrio latino, muy cerca del centro de la ciudad. Luego de estar tres días en la capital francesa y de disfrutar su hermosa arquitectura y gastronomía, nos dirigimos hacia el segundo destino programado, Barcelona. Esta ciudad es realmente pequeña, luego de estar tres días en París y viajar a Barcelona el contraste es muy grande en lo que respecta a dimensiones. Barcelona a pesar de tener la fama de ser una ciudad abierta y con mucha vida nocturna, en la vida real no es tan así, es nos pareció una ciudad donde sus habitantes catalanes son bastante cerrados y no les gusta mucho entrar en contacto con extranjeros. Todo lo contrario a esta ciudad es Madrid, ciudad realmente cosmopolita y abierta. Nuestros mejores días en Europa la pasamos en esta ciudad, realmente es una ciudad muy divertida y arquitectónicamente maravillosa.